miércoles, 28 de febrero de 2007


Sobre el juicio y la indiferencia.
"La naturaleza sólo permite un desarrollo muy lento. Favorece más fácilmente un cambio de especie que un cambio de conciencia. Yo soy más racional que ustedes. Respondo racionalmente a los estímulos.

Si alguien sufre, lo consuelo. Alguien me pide ayuda, se la doy. ¿Por qué entonces usted cree que estoy loco? Si alguien me mira, lo miro. Alguien me habla, lo escucho. Ustedes se han ido volviendo locos de a poco por no reconocer esos estímulos. Simplemente por haber ido ignorándolos. Alguien se muere, y ustedes lo dejan morir. Alguien pide ayuda y ustedes miran para otro lado. Alguien tiene hambre y ustedes dilapidan lo que tienen. Alguien se muere de tristeza, y ustedes lo encierran para no verlo.

Alguien que sistemáticamente adopte esas conductas, que camine entre las víctimas como si no estuvieran, podrá vestirse bien, podrá pagar sus impuestos, ir a misa, pero no me va a negar que está enfermo. Su realidad es espantosa, doctor. ¿Por qué no dejan de una vez la hipocresía y buscan la locura de este lado? Y se dejan de perseguir a los tristes, a los pobres de espíritu, a los que no compran porque no quieren, o porque no pueden toda esa mierda que usted me vendería de muy buena gana. Si pudiera, claro."

Ramtés de "Hombre mirando al Sudeste"

La indiferencia de la que es capaz el ser humano hacia el sufrimiento más básico del mundo, intenta evitar a toda costa enfrentar el propio dolor y el ajeno. Como consecuencia a esa evasión, también perdemos la alegría, ese inocente entusiasmo y curiosidad hacia la vida y el prójimo que nos regala la autenticidad y el enfrentar nuestras verdades más oscuras...
... El empeño que a veces tenemos en cambiar al otro, en salvarlo, en curarlo, o en mejorarlo desde una posición de superioridad o de arrogancia es, en realidad hipocresía, porque de esa forma generalmente uno evita verse por dentro y enfrentar lo que cada quien debe cambiar o curar en sí mismo.
Quizás solo el que trata de ser sincero, y reconoce todo lo que podría mejorar en sí mismo, puede entender al otro, compartir y ofrendar sus lecciones aprendidas, teniendo la sabiduría de no imponérselas a nadie respetando los procesos y decisiones de los demás..., aunque a veces ese respeto duela mucho.

15 comentarios:

marcia dijo...

Durante mucho tiempo trabaje en sectores de alta deprivación socio cultural, fuí aprendiendo rápidamente (parece que es facíl) a decirle a la gente lo que tenía o debía hacer, me fuí enojando con el no cambio de los otros, fuí llenando mis descripciones de otros con diagnósticos despectivos.....todo eso tuvo un costo, me enferme mucho y deje de creer en mi profesión.....en el tiempo me he preguntado, por que no sólo escuché y contuve......

Anca Balaj dijo...

Me encanta lo que acabo de descubrir por aqui. Te seguiré leyendo.

Un abrazo

Juan Lucas dijo...

¿Sabes Azul Caleidoscopio? Me he quedado con ganas de leer más, así que voy a salir a buscar ese libro que mencionas, pues la verdad, que al leer el fragmento por ti seleccinado he leido verdades como puños, verdades del mundo en el cual vivo y... sería una pena para mí no seguir conociendo las ideas de este autor.
Besos

Juan Lucas.

Gloria dijo...

Marcia, intuyo por lo que leo que esa experiencia te convirtio en alguien mas humilde y sabio, y en una profesional mas sensible y accesible. Es un aprendizaje tan dificil, ni siquiera hablando en terminos clinicos, sino en la vida cotidiana, el respetar y escuchar, sin juzgar, categorizar, ni pretender que sabemos lo que el otro necesita incluso mas que el mismo. A veces la gente solo necesita que la escuchen, que la abracen, o que le brinden carinho... Te mando mis carinhos.

amminuscula, bienvenida. A mi tambien me gusto lo que encontre en tu blog. Otro abrazo.

Juan Lucas, el fragmento es del guion de una pelicula escrita y dirigida por Eliseo Subiela, el mismo de "El Lado Oscuro del Corazon" En el blog "El cine como excusa" encontraras mas fragmentos del guion, besos.

Maria Ines dijo...

Azul:
A medida que pasa la vida en lugar de ser más flexibles nos endurecemos más y más.
Yo estoy cansada de escuchar la gente que sólo escucha su propia voz.
En este momento de mi vida prefiero estar al lado de las personas que te dan una gran enseñanza sin darse cuenta, sólo con el ejemplo y esa gente es muy necesitada de cosas pero se sobra conciencia, porque Dios es justo muy justo y siempre busca la armonía.
Con todo mi amor

Dana dijo...

Me encantaron tus citas y tu reflexión final. Comparto tus palabras, y esa forma de mirar el hecho en sí.
Es tan difícil de delimitar lo "sano" y lo "enfermo"!...Se pueden cometer errores tan graves si se intenta rotular,o incluso ayudar a quien no quiere ser ayudado. Y aún peor, si se pretende ayudar desde la ignorancia, la propia ignorancia sobre uno mismo y por ende sobre el otro.
En psicología suele hablarse de los "puntos ciegos", y creo que viene al caso. Si no sabemos con qué lentes miramos al otro, porque simplemente desconocemos el mero hecho de que estamos usando lentes todo el tiempo, podemos verlo oscurísimo...y sólo era que llevábamos vidrios ahumados...
Un beso enorme :)

María Elisa Quiaro dijo...

Yo parto de que en un mundo en donde la gente sólo conoce el contacto superficial, es una bendición que alguien venga en nuestro socorro cuando todo se pone gris, aunque no nos caiga bien lo que diga o haga.
Siempre pienso que cuando algo de lo que los otros dicen o hacen me molesta, es porque me molesta también en mi, es decir que si lo veo en el otro, es poque lo veo en mi.
Con su verdad los amigos reflejan el propio ser y ponen mucho del suyo para mejorarnos a todos. Si percibimos las palabras como ofensas, juicios o desaires espejamos propias creencias y hacemos juicios acerca de cómo las cosas deberían ser. Esa afectación es el ego proyectado y herido.
Yo si creo en Don Juan, de Castaneda cuando dice que el meollo del asunto está en lo que uno recalca, o „nos hacemos infelices o nos hacemos fuertes.La cantidad de trabajo es la misma..."
Yo diría: o decidimos ser felices llorando o riendo. Todo es valido.
Yo brindo por lo auténtico, la alegría, la esperanza, la poesia, la amistad, el agradecimiento, la presencia.
Hay que ser valiente para mirarse en el espejo sin culpar al mundo de nuestras desgracias

Gloria dijo...

Maria Ines, asi es, que necesarios son esas personas que describes. Gracias por tus lindas palabras. Besos.

Daniela, muy cierto y la ayuda puede ser tan simple como un "te quiero mucho" y un abrazo. Gracias por el aporte que me traer, totalmente de acuerdo. Besote.

Ontokita, gracias.

Mónica Sabbatiello dijo...

Comparto totalmente tu reflexión. Me llevó un montón de errores y molestias a los demás, comprenderlo.
Ahora, intento recordarlo. Siempre. Mucho intento, como dice Elú.

Clarice Baricco dijo...

Si permitiéramos doblegar el orgullo, cuánto ganaríamos.
Me dejas pensando en mucho, en tantos detalles.
Gracias.

Cariños preciosa...

Gloria dijo...

Nina, gracias, sigamos intentando crecer y mejorar.

Clarice, gracias a ti. El orgullo es otro gran techo para el alma. Tambien me dejas pensando. Carinhos.

Inos dijo...

Subiela anda por allí, ¡qué bueno! La idea es que la vida sea contagiosa, así como esa danza que suscita la 9na de Beethoven en el film...

¿Bailas?

Osselin dijo...

Totalmente de acuerdo.

Osselin dijo...

Veo con mis manos
la luz de tu ternura
siento aromas
de canción desesperada
oigo tonos
de destino inmisericorde
Toco tu dolor
que se vierte callado
Saboreo tu mundo
salitre y nardo

(Poema de Osselin)

Gloria dijo...

Inos, asi es, balilemos.

Osselin, muchas GRACIAS por dejar aqui ese hermoso poema. Un beso.